Advertencia: A continuación encontrará información C0NF1DENC1AL sobre la vida íntima de el d1eg0. (Hasta en itálicas para que se vea que la cosa va en serio)
Todos tenemos la misma pesadilla recurrente. Esa en la que un cangrejo gigante nos persigue. En la que hay una serpiente con ojos de rubí en el estacionamiento subterráneo del supermercado. Donde somos dioses de la lluvia. La provocamos con nuestro ritmo. Con nuestra mente. Siempre es la misma. Y todos la tenemos, aunque se nos olvide siempre al despertar.