Y me gusta por varias razones trascendentes, que lo hacen mejor que cualquier otro medio de transporte (esto sin contar obviamente a la teletransportación, que sería sensacional):
·Ves mucha gente muy distinta(muchas personas de las que te puedes burlar).
·Bajo tierra, te libras del tráfico de la superficie.
·La línea 7 tiene una afluencia menor en relación a las demás líneas, así que uno siempre puede ir, sino cómodo, por lo menos no apretado.
·Cualquier dispositivo reproductor de música que cuente con audífonos te permite aislarte de casi todo lo que pase a tu alrededor.
·Lees el periódico gratis sobre el hombro de los pasajeros que traigan uno. (Aunque realmente, me la paso viendo fotos de encueradas, porque todos compran El Gráfico o el Metro)
·Llego más rápido a mi destino.
Aunque bueno, sólo quería dejar bien claro que me gusta viajar en esa madre grandota y naranja, pero el poust se llama "1NC1DENTE EN EL TRANSP0RTE PÚBL1C0" por algo.
Explico.
Una mañana cualquiera (justamente antes de otra mañana cualquiera y a su vez, después de otra muy similar), bajaba como de costumbre las escaleras eléctricas de la estación Mixcoac mientras escuchaba a un volumen considerable la por momentos estruendosa "Wolf Like Me" de TV on the Radio.
Tenía algo de prisa y recordemos que se trata de una de las líneas de metro más profundas.
Bueno, realmente no tenía tanta prisa, pero odio tardarme más de lo necesario en una operación tan simple como llegar al andén de la estación, así que decidí ayudar a las escaleras eléctricas a llevarme del punto A al punto B.
Cabe señalar que hace algunos meses, se colocaron pósters en todas las estaciones de todas las líneas con el fin de comunicarle a los usuarios cómo comportarse en las escaleras eléctricas, a fin de ser "un poco más civilizados, emulando lo que se hace en países más desarrollados".
Esto es muy simple, y como lo dice el entrecomillado, se acostumbra en el extranjero:
Si vas a dejar que la escalera eléctrica haga su trabajo, oríllate al lado derecho; si vas a bajar los escalones, házlo por el lado izquierdo.Todo esto con el fin de evitar empujones y malos entendidos. Supongo que a estas alturas(si es que sigues leyendo), ya sabes de qué va este poust.
el d1ego estaba bajando las escaleras eléctricas por el lado izquierdo y la gente decente permanecía estática del lado derecho, como debe ser.
Conforme bajaba, noté que algunos escalones adelante se encontraba un tipo en el centro de la escalera. Ni a la izquierda, ni a la derecha. "Estará distraído", pensé, "Nada que un 'Con permiso' no arregle...". Llegué al escalón justo detrás de él cuando terminé de pensar esto. Faltaban pocos metros para llegar al descansillo. "Con Permiso", dije. El tipo frente a mi no hizo ni gesto. Pensé "Estará más distraído de lo que creía. No importa. En el descansillo lo rebaso y listo."
Apreté el paso al llegar a tierra firme, todavía con este tipo frente a mí. Él, a su vez, pareció apretarlo también. No le di importancia.
Intenté rebasarlo por la izquierda en este corto tramo, sin éxito. Él pareció moverse hacia la izquierda, como intentando obstruir mi paso. Tuvo éxito. No le di importancia.
Ya en la escalera, decidí darle unos cuantos escalones de ventaja, esperando que viendo a los demás usuarios frente a él, se asiera del barandal derecho dejando libre el paso para quienes no quisiéramos que la escalera hiciera todo el trabajo.
"Por muy distraída que esté una persona, generalmente tiende a actuar por imitación", pensé.
No fue así, y como haciéndolo a propósito, mi antagonista en esta historia tomó el barandal izquierdo. Una vez más, en el escalón justo detrás de él, dije "Con permiso". Nada. Lo volví a hacer, ésta vez con más fuerza, como queriendo asegurarme que me escuchara. "CON PERMISO". Ésta vez sí hubo respuesta: Volteó a verme con desdén y no se movió un ápice. "Ok, igual y no habla español, o algo. No tengo tiempo, ni ganas de averiguarlo. Quiero llegar al andén.", así que me dispuse a rebasarlo dando un paso en la mitad del escalón que no estaba ocupando e inmediatamente pasando al escalón siguiente. Triangulando, como le dicen. Y eso hice, pero al estar en el mismo escalón sentí un empujón por el lado izquierdo. A esto sí le presté un poco de importancia. Me sentí ofendido, pero a fin de cuentas, ya estaba donde quería.
(Aquí es donde debo recordarle algo a quien siga leyendo esto: llevaba puestos audífonos, pero debido a la forma de los mismos y al volumen al que estaba escuchándolos, podría parecer que no escuchaba a nadie más al tiempo que los demás podían escuchar la rola que escuchaba. Esto no fue así. Podía escuchar el ambiente, también.)
Un par de escalones adelante, escuché "Allá están las otras...PENDEJO". No hay nada que me moleste más que alguien, tal vez sin saber que está haciendo las cosas mal, se enoje y además crea que se está saliendo con la suya. Quitándome uno de los audífonos, volteé y dije "¿Perdón?"(antes que nada, soy un naco educado). Entonces vi al tipo de frente. De unos cuarenta y tantos, desgarbado y chaparrón. "Bájate por las otras escaleras, chamaco pendejo." y en respuesta a esto, hice lo que nadie debería hacer. Intenté discutir de manera lógica con alguien que evidentemente no entiende de razones(y aprendí que esto no debe hacerse, no con este incidente, sino en discusiones de pareja).
Subí un par de escalones a fin de encararlo, mientras el estaba otro par de escalones arriba(recuerden que estaba chaparrón, y podría decir que medía dos metros y estaba súper mamado, pero no me gusta mentir...), diciendo "No ves que los demás están del lado derecho, así es como debe de ser. Si alguien quiere bajar por estas escaleras, lo puede hacer del lado izquierdo...".
Él sólo interrumpió con un "¿Ps qué pedo? Pinche escuincle caguengue.", y yo, dejando a un lado la lógica por un momento, respondí lo primero que se me ocurrió "¿Qué pedo de qué, pendejo?".
Aquí es donde pasó lo terrible. Es la vez que más rápido he pensado en algo para hacerle mal a alguien. Un oficinista venía bajando las escaleras por el lado izquierdo, justo al tiempo que escuché que se acercaba el tren con dirección a "El Rosario". Entonces dije "A ver, pendejo. Ahí viene alguien más bajando por tu lado. ¿Lo vas a empujar también? Estás mal...". Quería que el tipo volteara para verificar que lo que decía era cierto. No lo hizo. "¿También se la vas a hacer de pedo?", insistí. Esta vez, sí volteó. Mientras volteaba de regreso, seguramente iba a decir algo como "Pues sí, ¿y qué?", pero no lo dejé decirlo.
Le di un empujón para que cayera de las escaleras. Sonó el golpe de su coxis contra el escalón de metal(AUCH). No pude verlo, porque para cuando cayó, yo ya estaba corriendo hacia el andén, al tiempo que el vagón estaba abriendo sus puertas. Subí por la primera puerta que vi abierta, y corrí un poco dentro del vagón, que afortunadamente estaba casi vacío. Si alcanzaba a subir al mismo vagón que yo, bajaría por una de las puertas de atrás, sin que él pudiera hacer nada. El plan era casi perfecto.
No subió al mismo vagón. Supongo que tampoco al mismo tren siquiera.
Me vi bien marica, la verdad. Y realmente no creo que este tipo tome el barandal de la derecha cuando quiera dejar que la escalera haga todo el trabajo. Lo que hice no sirvió de nada.
Cuando me referí a este plan express como "casi" perfecto fue porque ahora no puedo viajar en metro sin el temor de que el tipo este me recuerde y haga algo aun más marica que yo...
Mi propuesta para evitar este tipo de incidentes en un futuro:
(Como verán eso del fotochop no es lo mío, pero creo que se entiende)
5 comentarios:
Caray, tal vez no fue la mejor decisión, pero la conclusión es contundente.
Yo tengo una similar. Un día en el metrobus llegando al trabajo de comer un clásico oficinista que veía "Hit man" en su ipod (y se notaba era su hit del momento porque hasta estaba rapado y traía una como gabardinita negra) bloqueaba mi salida, poco antes de que se abrieran las puertas le pregunté el amable "Va a baja en esta estación?" que en realidad es la forma decente de decir: "Muévete cabrón". El contador en su onda de la malísima "hit man" dio como media vuelta de cara y dijo "No" en un tono de superioridad intentando copiar a su héroe, no se movió y me dio un empujón hacía atrás. Me empute, quería meterse a los empujones pués yo estoy en la selección nacional de empujones. Pero me vi más hijo de puta y cuando se abrieron las puertas meti mi pierna izquierda entre las las suyas, poniendo mi tobillo izquiero enfrente del suyo. Dijé "órale" mientras daba el paso con la derecha y le metía un empujón con el codo right in his torta-hole. Cayo de espaldas flat mientras me bajaba, con una carambola de gente y su ipod salía volando hacía el resto del atestado metrobus. Lo mejor; su grito de niña al caer al suelo encima de señoras, emos, oficinistas y demás.
Yo opino que bravo. No entendió de palabras porque pasar del Olmeca al Español puede ser difícil; así que la mejor salida fue hablarle en su idioma.
Por eso estamos como estamos y nunca vamos a ser como esos países que cuentan en ese material de cómo usar las escaleras...
Pero qué sabrosos los frijoles, jaja.
Usted hizo bien, quizá este monigote ya antes había hecho de las suyas y tú solamente eres un instrumento más del karma police... sin miedo chato... si lo ves vuelves a huir, pero encontrarte a la misma persona en el metro está cañon!
bien hecho! che gente ñera como el chaparro merece eso y mas.
buen blog!
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