ANECD0TAR10 DE L0S SENT1D0S: 01D0

Bien entrada la noche.
La puerta bien cerrada.
La luz apagada, los ojos apretados como queriendo evitar ver alguna sombra que aleje al sueño.
A pesar de esto, lo oídos están abiertos.
Bien abiertos.
Poco a poco el silencio se vuelve más complejo, pero deja de parecer absoluto.
En tu cabeza empiezan a sonar canciones. Todas las que alguna vez te has aprendido.
Todas se convierten en melodías de amor o desamor. Y todas parecen hablar de ti, específicamente.
Quieres dormir pero los sonidos se convierten en un canto de sirena que obliga a seguir despierto.
Alerta.
A la espectativa.
Como si ésta fuera la noche en la que el hada de los dientes por fin te haga una visita.
Como si mañana por fin fueras a despertar con una sonrisa. Descompuesta, pero sonriendo después de todo.